Alma mía, aliento mío

Llegan a mí aquellos recuerdos desdichados en los que quería buscarte, clamaba día y noche para ver tu llanto, hoy en medio de este silencio obligado, clamo a ti, por tu voz, por tu aliento, ruego hoy a todos los maestros y todas las diosas para sentir tu calor en medio de mis brazos.  Calma, por favor, el monstruo que se apodera hoy de mí, no me deja respirar, oprime mi pecho y su ira me atraviesa. Sé que correr es una opción para esconderme, pero mi cuerpo hoy debe permanecer en casa, no tengo más remedio que abrazar mis piernas, poner mi rostro sobre ellas y esperar por ti.

Déjame sentirte hoy, déjame recordarte en los momentos de dolor, de alegría, en nuestras sonrisas, en nuestras preocupaciones, sé el miedo que tuviste, pero también sé el amor con el que me miraste cuando estaba en tus brazos, cuando sabía que era niña y que tu alma jamás dejaría de verme. Aún recuerdo, cuando nuestra respiración se retuvo unos segundos, pero juntas volvimos al ritmo de la vida, para que hoy, recorrieras cada tejido de mi cuerpo y encontrará el sentido de la existencia, el por qué estoy, estamos acá. 

Comentarios

Entradas populares