Las noches que me hablan

Cómo enamorarme de ti? Te veo todos los días, sé lo que te gusta, lo que no, compartimos la cama, el aliento y siempre tengo tus pechos calientitos junto a mí… No hay día que pueda descansar de ti. Aunque a veces te silencie y abra los ojos para no verte, te sientas a mi lado y me susurras en el pecho, cómo no amarte con esa voz tan dulce y tan afable, siempre tienes respuestas para mí. Sé que te resulto irresistible, no puedes dejarme, pero tampoco puedo dejarte, ¿quién calentará mi cama antes de meterme debajo de las sábanas? ¿Quién me mirará con un deseo desgarrador cuando bailo en la ducha y mi boca sonríe? No puedo dejar de probarte con mi mirada, revelarte, cruzar tu piel y tus huesos.

Disfrutar de las noches cuando nos tumbamos en la cama y conversamos de la nada, de los amores imposibles o de los amores potenciales que solo fueron mi mejor versión de comedia romántica. Mientras se desgarra mi corazón por lo que no fue, por lo que extraño y anhelo, lloro a tu lado. No tengo espíritu para nadie más, solo para ti. No me cuestionas, te quedas ahí alentando y consintiendo mi alma, te miro y no puedo evitar que mi garganta se contraiga y me dices: te amo tanto que no importa que otras manos puedan tocarte, sentirte, porque siempre volverás a mí, ningunos ojos pueden admirarte como lo hacen los míos, eres mi pintura griega y mi eterna musa ¿Cómo no amarte, besarte y secar tus lágrimas?

Acaso has olvidado cuántos orgasmos te he hecho sentir y no porque que sea lo que más disfrute, sino porque sé que salen todas las versiones de ti, nunca te siento tan libre como cuando estamos juntas, cuando tu cuerpo me dice todo ti y no hay nada oculto.

Como cuando la angustia te arranca profundos suspiros y me pides que te acaricie, que me deje ver y te recuerde por qué estoy acá. La verdad no es algo que pueda decirte, porque el lenguaje resulta minúsculo para que puedas tan solo imaginarlo. Tan solo lo vives...  Y qué, si te dijera que me ha enamorado todo lo que de ti detestas y limpias todos los días con podcast, terapias y meditaciones en las que tus pensamientos siguen ahí, mientras los observo, no me creerías pero no hay un día que pueda dejar simplemente de amarte.

Comentarios

Entradas populares